El año que ha cambiado nuestras vidas en todo el mundo. Cuando un nuevo coronavirus surgió en diciembre de 2019 en una remota ciudad de China, Wuhan, desde la perspectiva occidental se veía como una epidemia ajena, que no llegaría jamás y que no alteraría nuestra forma de vida. Pero llegó, como un mazazo, para cambiar radicalmente la vida de todos de la noche a la mañana. Cientos de personas se han quedado sin empleo y muchas de esas personas decidieron realizar sus sueños. Muchos se han ido a vivir a la Naturaleza, otros decidieron organizar su hogar, tirar todo lo que no sirve a la basura; muchos se pusieron a estudiar. Han habido cientos de personas que han adquirido habilidades que no sabían que tenían.
En las noticias solo vemos desgracias, pero si analizamos la cantidad de personas que han aprovechado para emprender; palabra muy de moda pero que realmente ha existido toda la vida Cuantos de nuestros abuelos que tuvieron que salir de su pais trabajaban vendiendo telas, electrodomésticos, servicios etc… Muchos de ellos se hicieron millonarios. No existían las Multinacionales tal y como las vemos hoy. Pasaron hambre y penurias ellos levantaron nuestros Paises.
Estamos acostumbrados cada Navidad a desearnos felices fiestas. Pero este año debemos desearnos fuerza y esperanza para entrar en el 2021 y tal y como hicieron nuestros abuelos, es un deber levantarnos y prepararnos para un mundo digitalizado que si bien estaba avanzando, con la pandemia hemos dado un salto tan alto, que todo lo que sabemos hasta hoy ya es antiguo.
Este blog requiere decirle adiós a un año histórico recordando los Cuentos de Navidad – Charles Dickens que nos hacían leer nuestros padres y que bien vale recordarlos.
Ebenezer Scrooge era un empresario y su único socio, Marley, había muerto. Scrooge era una persona mayor y sin amigos. Él vivía en su mundo, nada le agradaba y menos la Navidad.
Era víspera de Navidad y todo el mundo estaba ocupado comprando regalos y preparando la cena navideña. Su sobrino le invitó a pasar la noche de Navidad con ellos,pero dijo que eso era paparruchas
Cuando llego a su casa, algo raro sucedió: Un fantasma se le apareció y le dijo que las próximas noches vendrían tres espíritus a visitarlo. El primero que llego era de las navidades pasadas y le mostro como estaba en su habitación solo y triste. El segundo le mostro la noche siguiente lo pobre y feliz que era su escribiente junto a su familia. y, la noche siguiente el tercer espíritu, el de las navidades futuras, le condujo hasta el cadaver: era él mismo. Cuando se despertó se dio cuenta de que todo había sido un sueño y que ese día era Navidad. Salió con sus mejores galas y muy feliz porque podía cambiar su vida.
Es una magnífica parábola sobre egoísmo y hace uso de la fantasía para enseñarle a los hombres el camino correcto. Sigue el precepto de Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad y la Navidad es la fecha en que se olvidan los pesares, los sufrimientos y la mala voluntad, una oportunidad para convertirse en una mejor persona y, este 2020 nos ha enseñado muchas cosas.
Quizás sea momento de poner alma en las empresas, tratarse jefes con empleados con menos jerarquía y trabajar de persona a persona. La digitalización nos acerca y nos aleja, por eso ahora más que nunca debemos procurar formar equipos que caminen con la misma visión. Recordando día a día Ítaca el viaje es más importante que llegar a la meta. Deseo a todos los que están emprendiendo, a todos los clientes de GozaMadrid que tengan una despedida 2020 llena de reflexión para agarrar el 2021 con energía. No me atrevo a decir felices fiestas sin más, ahora más que nunca debemos dejar atrás todo lo que ya no nos sirve. El cambio nos viene como una aplanadora y hay que estar preparados para saber disfrutar ese viaje hasta llegar a Ítaca.
Con todo mi cariño
Marta López